Muchas personas que quieren perder peso y acuden a mi consulta, me dicen que no lo logran porque no tienen fuerza de voluntad. Pero eso es mentira. Todos tenemos fuerza de voluntad, es un músculo con el que todos nacemos. Lo que pasa es que unos lo ejercitamos para unas cosas y otros en otras. Como todo músculo, necesita entrenarse para mantenerse fuerte y flexible y además si le exigimos más de la cuenta, se cansa.
Este fenómeno se conoce por el nombre de fatiga del Ego o fatiga de decisiones. Os recomiendo este podcast que desarrolla más en profundidad este concepto. Le sucede a muchas personas que tratan de adelgazar: su fuerza de voluntad está cansada, necesita descanso. Seguro que a muchos de vosotros os ha sucedido que empezáis el día comiendo de manera ordenada pero conforme avanzan las horas, vuestra fuerza de voluntad pierde energía y cuando llegáis a casa cansados, hacéis malas elecciones que os llevan a comer aquello que no os conviene.
Diversos estudios han confirmado que cuando estamos cansados, nuestra capacidad de decidir correctamente desciende y tendemos a elegir aquello que nos resulta más fácil o cómodo. Si nuestra energía a lo largo de día va descendiendo, ¿qué podemos hacer para nos quede fuerza de voluntad al final de la tarde y se acerque la hora de cenar? Pues administrarla mejor y tratar de ahorrar en el día toda la que podamos. Vamos a ver algunos tips:
- Planifica tu menú el día anterior o automatiza todo lo que puedas el menú semanal, la lista de la compra… Si esperas a las 8 de la tarde para decidir qué vas a cenar, es mucho más probable que elijas pizza o comida procesada que un puré y un filete a la plancha. Organiza tus menús con antelación y deja tu cena preparada antes de irte a trabajar. Así no tendrás que tomar ninguna decisión difícil por la noche y reducirás las probabilidades de caer en tentaciones…
- Si tu propósito principal en esta temporada es perder peso, colócalo en el nivel 1 de tus prioridades. Ponlo como la primera tarea que haces al levantarte (sacar comida del congelador, cocinarlo, hacer tu lista de la compra).
- Póntelo fácil: ten siempre fruta fresca al alcance de la mano. Compra tentempies saludables a los que recurrir cuando te asalte el hambre. Aleja ( si es que no puedes eliminarlos de tu cocina porque vives con más personas) los alimentos hipercalóricos de tu nevera o despensa.
Recuerda que puedes evitar la fatiga de decisiones haciendo pequeños ajustes en tu día a día. Esto hará que te quede energía para tomar decisiones importantes y lograr tu objetivo de perder peso.
Animo!
Consulta privada de Miriam Magallón, psicóloga clínica.
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