Hay muchas personas desesperanzadas, rotas por el dolor y convencidas de que no saldrán del tunel negro en que se encuentran. La tristeza y la angustia anidan en su interior. Sienten que su vida está acabada, que no volverán a ser felices o a encontrarse del todo bien. En esos casos, es muy difícil hacerles ver la realidad desde otro prisma.
Pero el otro día encontré una canción de Jorge Drexler que refleja a la perfección esta vivencia y el mensaje que me gustaría transmitir a todos los desesperanzados. A pesar de todo el dolor que sientes, tu corazón va a sanar. Aunque parezca mentira, volverás a esperanzarte y luego a desesperar. Y cuando menos lo esperes, tu corazón va a sanar.
A esta confianza esencial en el ser humano y en su capacidad de superar dificultades, le llamamos los terapeutas gestálticos, autoregulación organísmica: una confianza básica en ser uno mismo y en la naturaleza humana y la certeza de que esta naturaleza nos llevará a un lugar bueno y sanador. Dicho de otra manera, nuestro organismo es sabio y se autoregula.
Confiemos en nuestra naturaleza. Somos seres resistentes y tenemos una clara tendencia a la superación. Estamos llamados a evolucionar y ser felices; por eso, tu corazón va a sanar. Llegará un día en que te levantes con ilusión y sonrías otra vez. Te dejo con la poesía que se expresa mucho mejor.
Y vuelven a tus ojos desde el mar
El tiempo se va, se va y no vuelve
Y tu corazón va a sanar
Y aunque parezca mentira
Y va a volver a quebrarse
Mientras le toque pulsar
Tu corazón va a sanar
Y luego a desesperar
Y cuando menos lo esperes
Y va a volver a quebrarse
Mientras le toque pulsar.