La terapia individual se basa en el encuentro del terapeuta con el cliente en un espacio confidencial y cálido que permita la expresión de sus problemas y emociones.
Como terapeuta gestáltica (ver Terapia Gestalt) pongo mucho énfasis a las emociones y sensaciones que percibe la persona mientras me está contando el problema. El aqui y ahora es lo más real que tenemos.
Asimismo, la relación terapeuta-paciente debe ser sincera, directa, honesta y mi compromiso con la persona es irle devolviendo lo que yo veo, siento o intuyo. Es decir, combino el apoyo con la confrontación conforme sea necesario.
Voy a tratar de que la persona asuma su responsabilidad en el problema y deje fuera lo que no es «suyo», por tanto, que sepa ver qué está aportando ella a la situación y qué no depende de ella y no puede cambiar.
En este espacio de terapia individual la persona encuentra un respiro que le permite conocerse mejor y entender lo que necesita. Buscamos que descubra sus posibilidades y poder enfrentarse a los problemas cotidianos con mayor confianza y seguridad.