No hay cambio sin movimiento. Cuando nos planteamos resolver problemas cotidianos, aumentar la calidad de vida o mejorar la salud mental, estamos planteando cambios en la vida de las personas.
La importancia del movimiento para despertar emociones nace en la propia palabra. Moción es movimiento. La emoción es “aquello que nos mueve hacia”.
Mi experiencia de 20 años como psicóloga profesional me dice, que cuando queremos motivar cambios, es ideal, hacerlo en movimiento. El movimiento más sencillo, práctico y efectivo para plantearnos cambios es: CAMINAR
Caminar permite a los sentidos percibir nuevas sensaciones: detectamos cambios en la temperatura corporal, aparecen nuevas imágenes en nuestra retina, se activa el olfato, los sonidos varían y toda esta nueva información estimula al cerebro a generar nuevas ideas.
Caminar activa nuestro organismo: facilita un ritmo cardíaco acompasado y genera la secreción de endorfinas, lo que actúa alejando la presión y ansiedad, otorgando una sensación de bienestar corporal y mental en el individuo que le lleva a sentirse motivado. Numerosos estudios relacionan el ejercicio físico con la mejora de la salud mental en trastornos de ansiedad y depresión.
Caminar con otra persona, favorece la expresión de sentimientos, porque no exige hablar. El silencio está justificado por la propia actividad, por lo que la conversación fluye de manera natural. Además, permite el diálogo sin contacto ocular, lo que es agradable para iniciar conversaciones con personas introvertidas, o para expresar emociones profundas.
Caminar juntos, nos permite ser conscientes de nuestra postura corporal, asimilar la relación que existe entre ésta y nuestra actitud vital. Podemos, por tanto, entrenar en la modificación y mejora de ambas.
Entre las dificultades que pueden aparecer al realizar esta actividad están: la ausencia de control sobre el espacio, la falta de intimidad, la distracción con estímulos externos, la complejidad de tomar notas cuando aparecen ideas o reflexiones interesantes. Se trata de obstáculos que se pueden valorar como oportunidades, con el entrenamiento adecuado.
Caminar, es por tanto, una sencilla técnica, que tanto los profesionales de la ayuda, como cualquier persona interesada en la mejora de su bienestar, puede poner en práctica. Desde Observatorio de Genialidad proponemos a las personas interesadas, que prueben sus beneficiosos efectos, o que contacten con nosotros para ampliar su formación y mejorar el desempeño.
Ana Vázquez de Parga Benítez
www.observatoriodegenialidad.com