Las terapias alternativas se han ido introduciendo en nuestra sociedad como solución complementaria a la medicina y a las terapias tradicionales para tratar problemas físicos y psicológicos.
Yo he tenido la suerte de beneficiarme del Reiki durante 4 años como paciente. En la actualidad estoy iniciada en tercer nivel y llevo 6 años aplicándome reiki a mi misma y ofreciéndolo a todo el que lo necesita.
Desde la asociación Cruz dorada, un grupo de amigos hemos creado un voluntariado para sanar a cuantos estén dispuestos a ser sanados.
Las sesiones son sencillas; simplemente consiste en la canalización de la energía universal a través de la imposición de manos en los distintos chakras del que recibe el tratamiento. El paciente sólo tiene que tumbarse en una camilla y dejar que el terapeuta vaya equilibrando la energía de su cuerpo y vaya llegando a aquellos lugares donde lo necesite.
Esta tradición viene de Japón. En 1870 Mikao Usui empezó a investigar en la curación a través de la energía y creó un método que se ha ido extendiendo por todo el mundo. En España se está utilizando ya como tratamiento en hospitales como el Doce de Octubre y el Ramón y Cajal. Y se está formando a personal sanitario para que lo empleen con los enfermos.
El reiki actua en tres niveles: físico, mental-emocional y espiritual.
A nivel físico se utiliza para curar todo tipo de enfermedades. Alivia dolores, aumenta el sistema inmunológico, mejora el funcionamiento de los órganos, reduce el estrés. Desde mi experiencia para el tratamiento de la ansiedad, el reiki consigue inducir en mi, un estado de relajación tal que produce una desaparición de la ansiedad y sus manifestaciones de nerviosismo, taquicardia, opresión precordial…El reiki te lleva a un espacio en el que se puede sentir como el cuerpo físico se va llenando de luz, de energía sanadora aliviando cualquier dolencia.
Esta energía que se canaliza, no incide solamente en lo fisiológico, solo que llega a niveles más profundos de la persona. Su efecto a nivel emocional y mental es increíble.
En este sentido se puede ayudar a que el paciente entre en contacto con todo su sistema de creencias y con sus sentimientos para modificarlos y mejorarlos.
Cómo psicóloga yo lo recomiendo porque es una herramienta muy buena y compatible con la psicoterapia. En las sesiones de reiki uno experimenta muchos sentimientos y pensamientos que afloran con mucha facilidad dejando de lado los mecanismos de defensa. Se accede a la información consciente e inconsciente de manera muy rápida, información que luego deberá ser analizada con el terapeuta.
No podemos olvidar la conexión existente entre el plano psíquico y el físico. Al sanar uno de ellos estaremos incidiendo siempre en el otro. De ahí que la sanación sea tan completa.
El tercer nivel en el que actúa el reiki es a nivel espiritual. La unión de la energía universal y la vital produce un cambio en nuestra alma. Gracias a la acción de la energía uno experimenta una transformación en sus valores, y su forma de ver y dar sentido a la vida.
El reiki es para mi una forma de crecimiento personal y vital. En cada sesión soy cada vez más capaz de experimentar todo mi cuerpo y su funcionamiento. Sentir cómo la energía va calando y penetrando por cada órgano. Sentir además un estado de paz y de calma interior inmenso. Se paraliza lo que ocurre en el mundo de afuera para estar atento a lo que ocurre internamente.
A través del reiki entro en contacto con esos pensamientos y sentimientos que me dificultan la vida y siento cómo se llenan de luz, cómo se elevan al infinito transformándose en positividad. Pero lo más importante es que entro en contacto con mi ser esencial: con mis grandes capacidades.Siento la energía del amor universal. La fuerza del amor y cómo esta se expande llegando a cualquier lugar y persona.
Gracias a estas sensaciones uno se quiere cada vez más a sí mismo. Se acrecienta el entusiasmo por vivir esta aventura de la vida en armonía y sin sufrimiento. Se afrontan los acontecimientos de una forma mucho más positiva. Se vive con la seguridad de que la energía siempre está ahí para actuar a tu favor y en tu beneficio. Se superan los miedos e inseguridades y uno es capaz de tomar opciones y decisiones más sólidas.
El reiki es para mí una opción de vida. Un regalo que el universo ha puesto en mis manos para que lo utilice en beneficio propio y lo difunda.
Me sale del corazón decir Sí a la vida y acercar esta herramienta a los que me rodean para que ellos también puedan hacer con fuerza esta afirmación.
Os invito a todos a que probeis está experiencia tan maravillosa que siempre os llevará por el camino de la luz.
Marta Sanz
Psicóloga