Nuestra vida está llena de situaciones, personas o momentos que vienen y se van. Vivimos en una danza continua de holas y adios, de nacimientos y muertes. Cuando nos vemos privados de algo o alguien que nos importaba afectivamente, sentimos una pérdida. Y el camino interior que hacemos para superar esa pérdida afectiva se llama Duelo.
No sólo atravesamos el duelo cuando muere una persona querida para nosotros; también cuando termina una relación significativa (divorcio, amigos) o cuando pasamos de una etapa vital a otra (de estudiante a trabajador, al jubilarnos, cuando tenemos hijos o nietos, si enfermamos).
Las personas que cambian de país y establecen en otro lugar su residencia también tienen que elaborar el duelo del país de origen y la cultura en la que crecieron para poder adaptarse a nuevas costumbres.
Como veis, las pérdidas y pequeñas muertes son un ingrediente de la vida diaria. Pero no estamos acostumbrados a dejar ir lo que ya pasó y dar la bienvenida a lo nuevo. Tendemos a aferrarnos a lo conocido y esto nos provoca mucho sufrimiento. Lo conocido nos tranquiliza y nos hace sentir seguros; por el contrario lo nuevo, nos produce miedo y vértigo al no tenerlo bajo control.
¿Sabemos bailar la danza de la vida y dejar que unas cosas se vayan para dar la bienvenida a otras nuevas? ¿Cómo llevas los cambios: los evitas, te resistes, te entregas a lo nuevo?
Consulta privada de Miriam Magallón, psicóloga clínica.
C/Mauricio Legendre 2,4º I. 28046 Madrid. (Zona Pza. Castilla)
Cita previa: 605146096
Imagen: Scott Broome