Creo que tengo ansiedad. Me paso el día tensa, nerviosa, moviendo una pierna, yendo a la nevera cada 5 minutos, me falta el aire y necesito suspirar a menudo…
Hace unos días acudí a unas Jornadas sobre Emoción y Salud Mental y comentaron que cada vez hay más personas que acuden a su médico de atención primaria por problemas de ansiedad. Muchas personas se quejan de: cefaleas, pérdidas de memoria y atención, cansancio, tensión e irritabilidad, alteraciones en el sueño, etc… pero lo que subyace en todos estos casos es un cuadro de ansiedad generalizada que acompaña a cada persona en su día a día.
La ansiedad generalizada es la sensación subjetiva de estar preocupado todo el día, anticipar problemas y dificultades continuamente, tener miedo al futuro, al fracaso. Es un ruido sordo que te acompaña y que a duras penas consigues tapar con el trajín diario, la radio alta o llamadas de teléfono interminables.
Descansa un poco. Haz silencio. Respira. Escucha. Hay ruidos externos pero también hay cosas por dentro que necesitan ser escuchadas. La ansiedad y sus diversos síntomas envían una señal de alarma a nuestro cuerpo.
¿Qué mensaje te está enviando tu cuerpo con esa tensión, con esa prisa? Sólo escuchando lo que nos quiere decir ese desasosiego, podremos calmarlo, recuperar el equilibrio y superar la ansiedad