Ser optimista y positivo está de moda. La publicidad nos presenta modelos de personas que triunfan y que siempre sonríen, que sacan lo positivo de cada experiencia, por dura que ésta sea. Los numerosos libros de autoayuda que versan sobre el optimismo y las emociones positivas venden, y mucho. Bajo ese falso optimismo se puede esconder una negación del dolor y el sufrimiento.
No seré yo quien niegue la importancia de un espíritu positivo para afrontar la vida (muchos de mis artículos abordan este tema), pero no todo es así de fácil. Existe una fuerte presión social para que nos mostremos siempre sonrientes, llenos de energía y optimismo. Y así se ha instaurado una tiranía del optimismo que no deja lugar a otras emociones también necesarias y sanas. Y es que no hay emociones positivas y negativas. Las emociones simplemente son y cada una tiene su momento. Esa presión nos puede hacer sentir débiles si estamos tristes o hundidos frente a un problema, o culpables si no sonreímos cuando estamos muertos de miedo.
Y qué decir del pensamiento mágico y omnipotente que transmiten montones de libros de autoayuda: «puedes ser y conseguir lo que quieras». Es un optimismo sin apoyo en la realidad. Yo defiendo el poder de la mente y la importancia de tener sueños que alcanzar pero también debemos tener los pies en la tierra y ser conscientes de nuestros límites y capacidades para lograr las cosas. Lo explica mucho mejor Schopenhauer en su libro «El arte de ser feliz»:
<<Cuando hemos reconocido de una vez por todas nuestros fallos y deficiencias lo mismo que nuestras características buenas y capacidades, y hemos puesto nuestras metas de acuerdo con ellas, y conformándonos con el hecho de que ciertas cosas son inalcanzables, entonces evitamos de la forma más segura y en la medida en que nuestra individualidad lo permite el sufrimiento más amargo, que es el descontento con nosotros mismos como consecuencia inevitable del desconocimiento de la propia individualidad, de la falsa presunción y de la arrogancia que resulta de ella.>>
Consulta privada de Miriam Magallón, psicóloga clínica.
C/Mauricio Legendre 2,4º I. 28046 Madrid. (Zona Pza. Castilla)
Cita previa: 605146096