Este verano he estado en un zoo. Entre los muchos animales que ví, me atrapó el movimiento de la tortuga. Era una tortuga gigante de tierra y su andar me dejó enganchada. Cada movimiento que hacía era lento, calculado y hasta que no habia acabado éste, no ponía en marcha el siguiente. Su observación me llenó de paz y tranquilidad.
Pensé: «esta tortuga no irá atrolondrada a ningún sitio con la cabeza en mil cosas, ni llegará allí y se preguntará ¿a qué venía yo aquí?». Cada paso, cada movimiento lo hacía con conciencia; sin apresurarse queriendo hacer varias cosas a la vez para acabar antes o ser más eficaz. Estaba presente en cada momento sin hacer intentos fallidos, sin accidentes por falta de atención, sin meterse prisa pensando en lo siguiente. Cada paso que da, es lo más importante que puede estar haciendo en ese momento.
En estas semanas de inicio escolar donde se juntan montones de tareas, listados interminables por cumplir, retorno al trabajo, organización doméstica, etc… Te invito a que te pares a recordar el paso de la tortuga y trates de estar presente en cada cosa que hagas. Sentirás mucha serenidad y la agitación no podrá contigo.
¡Feliz Inicio de Curso!
Consulta privada de Miriam Magallón, psicóloga clínica.
C/Mauricio Legendre 2,4º I. 28046 Madrid. (Zona Pza. Castilla)
Cita previa: 605146096