Estas Navidades una persona que me cuida y me quiere bien, puso en mis manos un libro exquisito y delicado… Y me gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones que me surgieron a lo largo de su lectura. A modo de resumen: la protagonista llega a un pueblo por un anuncio de trabajo y se encuentra un pequeño lugar
que ha decidido declarar la guerra a las influencias del mundo moderno. Así, algunos habitantes se han ido a vivir allí para encontrar un sitio tranquilo y cultivado. Otros sienten que el mundo en el que vivían desnaturalizaba las familias y pulverizaba la capacidad de reflexión. Un úlitmo grupo quería volver a la pureza de las costumbres y recuperar el esplendor de la vieja cultura.
Podeis tacharme de anticuada. Y aunque no seré yo quien haga una cruzada en contra de nuestra era, creo que hay cosas de este mundo que hemos construido, que no funcionan bien. Esto no fluye de manera natural: las prisas, los horarios abarrotados de tareas, las pantallas que se comen todo (¡hasta las mentes de mis hijos!); la voracidad al consumir experiencias, estar siempre a la última, probarlo todo…
Y como contrapunto encontré en este libro el recuerdo de los valores de: la lectura, la contemplación de la belleza, el contacto con la naturaleza, lo hecho a mano (lo creado por nuestras manos), el contacto con las personas, una conversación amena o íntima..
Para muestra un botón. Aquí os dejo algunos retales llenos de delicadeza y sabiduría, escritos y esparcidos por todo el libro:
- La belleza y la profundidad se esconden tras las cosas pequeñas.
- La rutina: frecuentemente la consideramos «un monstruo del que huir y eso es la causa de mucho sufrimientos. Pero la rutina es como la estepa; no es ningún monstruo, es un alimento. Si logra usted hacer que crezca algo allí, puede estar segura de que ese algo será fuerte y verdadero. Son las pequeñas cosas de cada día.»
- La armonía es el equilibrio de las proporciones entre las partes de un todo. Como en la escultura de un cuerpo o un rostro, el modo en que se colocan las flores en un jarrón y las combina de diez formas distintas hasta alcanzar ese punto en el que el alma se siente satisfecha. Armonía viene del griego que significa «ajustarse», «conectarse». Asi que la armonía es eso, ajustarse y conectarse con uno mismo para percibir cuándo el alma se siente satisfecha.
Consulta privada de Miriam Magallón, psicóloga clínica.
C/Mauricio Legendre 2,4º I. 28046 Madrid. (Zona Pza. Castilla)
Cita previa: 605146096