No me he equivocado en el orden, no. Ya sé que el dicho es Salud, dinero y amor pero nunca he estado de acuerdo. Cuando sale el tema en alguna conversación, me suelen argumentar que sin salud no puedes disfrutar de nada y no puedes ser feliz.
Por fortuna, he encontrado un estudio elaborado en el Instituto de la Felicidad de Copenhague, que apoya mi tesis. Uno de sus investigadores, Alejandro Cencerrado, explicaba un día en una entrevista en la radio, que nuestra mayor fuente de felicidad son las relaciones sociales de calidad. En su estudio, hacían cuestionarios a las personas preguntándoles qué problemas les habían causado más infelicidad y sorprendentemente, las enfermedades (crónicas en su mayoría), les habían supuesto sufrimiento al principio pero con el tiempo, se habían adaptado y ya no les impedían disfrutar de la vida.
En cuanto al dinero, numerosos estudios confirman que tener problemas económicos causa infelicidad pero a partir de unos ingresos moderados, 4000€/mes, la felicidad ya no aumenta. Dicho con otras palabras, las personas con mucho dinero, no son más felices que las personas con un nivel económico medio-alto.
Entonces, si los seres humanos nos adaptamos a situaciones adversas como puede ser una enfermedad crónica y tener mucho dinero no da más felicidad, ¿qué nos hace felices? Cencerrado es muy claro: las relaciones afectivas, no sentirnos solos. Nuestra dimensión social es definitiva para sentirnos felices. Cuando las personas estudiadas tenían que narrar los momentos más felices de sus vidas siempre referían momentos con otras personas: nacimiento de hijos, día de la boda, celebraciones. Querer y sentirnos queridos es lo que más felices nos hace.
Un último dato: las únicas enfermedades que provocan un gran sufrimiento y a las que no logramos adaptarnos son las enfermedades mentales. Ansiedad y depresión son una de las mayores fuentes de infelicidad.
Consulta privada de Miriam Magallón, psicóloga clínica.
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