Desde que empezó la pandemia nos hemos acostumbrado a despedirnos diciendo: cuídate. Lejos de ser una frase hecha, para mi, ha cobrado un significado mucho más profundo. Cuando le digo a alguien que se cuide, no sólo le estoy deseando que se cuide del virus y se proteja o que cuide su salud física sino sobre todo, que proteja su equilibrio psicológico y cuide de sus emociones.
Inundación
En Islandia todas las Navidades hay una inundación. Es una inundación de libros (hasta tienen una palabra específica para nombrarla). Cuando se empiezan a acercar las fiestas de Navidad, los islandeses se dedican a buscar libros para regalar a su familia y amigos.
Espacio de ternura
Todas las mañanas los veía pasar. Una pareja anciana de tantas que caminaban por la playa disfrutando de la brisa del mar y del sol. Ella tenía un grave problema en la columna y caminaba encorvada y desplazada hacia un lado. Me temo que si hubiera tenido que hacerlo sola se habría caído. A su lado iba siempre su marido haciendo de contención para ese lado quebradizo.
Celebramos comiendo
Estamos en tiempo de celebraciones: cenas de Navidad, comidas de amigos, Nochebuena, Nochevieja... y todo lo celebramos comiendo. Comer nos une, nos acerca, nos da una excusa para encontrarnos.